Estanque Essbio Rancagua

34°10’15.83″S / 70°43’38.95″O
MATHIAS KLOTZ

Eduardo Ruiz / Julieta Scarafia
Rancagua, Chile
2012

El 27 de febrero del 2010, Chile sufrió el segundo terremoto mas fuerte  registrado en la historia. Fue un movimiento de 8,8 grados en la escala de Richter, el cual  posteriormente fue seguido de una serie de tsunamis que arrasaron con 700 kms de costa, además de  la isla Robinson Crusoe,  trescientas cincuenta millas al oeste del epicentro.

Además de la pérdida de vidas, muchas infraestructuras del país se vieron dañadas, como fue el caso de los estanques  de agua, de los cuales cayeron 17 de gran formato y una serie de otros quedaron dañados.

Pedro Pablo Errázuriz, entonces Gerente General de la compañía Essbio, nos contactó para ver la factibilidad de desarrollar proyectos para que los nuevos estanques fueran menos feos que los existentes, ya que en muchos casos representaban el ícono mas alto y reconocible de las comunidades donde se levantaban.

El desafío era que no podíamos variar ni la geometría ni la estructura de los elementos, por lo que nuestra intervención solo podía ser en la superficie.

Es así como pensamos varias  alternativas, llegando a la conclusión que nuestra propuesta debía ser de bajo costo y fácil o carente de mantenimiento, ya que los estanques tradicionales se repintaban cada cinco años. 

Determinamos entonces que el presupuesto no debía  superar las tres mantenciones, es decir que la inversión se pagara sola en 15 años.

El Estanque Essbio Rancagua de Rancagua corresponde sin embargo al mejoramiento del aspecto de una estructura existente. En esa ciudad, ubicada 90 kilómetros al sur de Santiago se había hecho un concurso para escultores que intervinieran el volumen. El ganador había planteado una serie de púas de gran formato que lo  transformaban en una especie de erizo de gran formato. 

El problema fue que luego del terremoto, se evaluó como altamente peligroso implementar esta propuesta, por lo que nos solicitaron a nosotros una alternativa.

 La idea fue producir una piel cuya superficie  se alterara con el viento de modo que se asemejara al  aspecto de  la superficie del agua cuando es alterada por el viento.

Además de este hemos hecho varios otros estanques, en que hemos incorporado una textura en el moldaje de obra, provocando un bajo relieve  que hace variar el aspecto con el paso de la luz durante el día.